Con la incorporación del dispositivo electrónico los platinos durarán tanto como lo permita la pieza de plástico que poseen (estimado 6 años). Debido a que el roce entre la leva y la pieza de plástico es inevitable, la abertura de los platinos disminuirá con el tiempo y, eventualmente habrá que reajustarla. Este desgaste mecánico en los platinos es extremadamente lento si se compara con el desgaste que sufren los contactos eléctricos, por lo tanto, en el sistema convencional un reajuste de la abertura no representa una solución válida para recuperar la eficiencia del sistema.
En el sistema que se propone habrá que reajustar la abertura después de dos años aproximadamente, mientras que el sistema original - en ese mismo intervalo de tiempo - habría necesitado aproximadamente cinco cambios de platinos. Es importante aclarar que con el cambio de platinos también se cambia el condensador, lo cual es otra de las ventajas del sistema propuesto ya que éste no utiliza dicho componente.
Además del costo de los platinos y condensador, está el costo de la mano de obra para su instalación y ajuste, el cual disminuye notablemente con la utilización del nuevo dispositivo electrónico. Otro factor importante, pero difícil de cuantificar, es el valor del tiempo que el vehículo permanece inoperante mientras se encuentra en el taller por las reparaciones que el sistema convencional requiere.
Un beneficio adicional que ofrece el nuevo sistema es el ahorro de combustible. Aunque un motor esté perfectamente construido, con los mejores materiales y con el mejor diseño, su perfecto funcionamiento solamente puede llegar a producirse si se cumplen una serie de condiciones entre algunos de los mecanismos de que consta (sistema de alimentación y sistema de encendido). El sistema convencional de platinos y condensador es susceptible de sufrir un rápido desajuste - lo que se traduce en combustiones incompletas dentro de los cilindros del motor - provocándose entonces una pérdida de potencia y un aumento en el consumo de combustible. El incorporar el dispositivo electrónico en el sistema sería equivalente a tener platinos nuevos permanentemente (salvo por la pequeña variación de la abertura) lo que evita que el consumo aumente.
La última ventaja se observa cuando se compara el sistema propuesto con un sistema totalmente electrónico (sin contactos). Cuando se produce una falla en un sistema sin contactos, el vehículo se detiene y raras veces el problema puede solucionarse en la carretera. Si el dispositivo electrónico del sistema planteado llegase a fallar, simplemente habría que desconectarlo y cambiar las conexiones para volver al sistema convencional, lo que perfectamente puede hacerse en carretera y evitar el costoso uso de una grúa.
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